jueves, 24 de noviembre de 2011

SANTIAGO DE PEÑALABA, UNA JOYA MOZÁRABE EN EL BIERZO


En el valle del silencio, a unos quince kilómetros de Ponferrada encontramos Santiago de Peñalba, uno de los monumentos mozárabes más importantes del país.


La comarca Berciana  se encuentra al Noroeste de la provincia de León, lindando con las hermosísimas montañas gallegas, es sin duda alguna, una de las regiones  más bellas del territorio Español.

Entorno al año 409 d.C. esta región se encontraba ocupada por los Suevos,quienes se mantendrán en la zona hasta el año 585 cuando serán derrotados por Leovigildo. Es en este momento cuando los territorios pasaran a ser dominados por los visigodos.
Lo que más nos interesa  de este periodo, en este caso,  es la creación del ducatus de Asturias,en el siglo VII dentro de la provincia de Gallaecia. Las provincias estarían subdivididas en  territorios donde el Bargindensis Territoriel  correspondería  aproximadamente con el actual territorio berciano.

En el año 711 d.C. los musulmanes se hicieron con gran parte de los territorios antes ocupados por los visigodos. No será hasta los años 718 y 722 d.C., tras la derrota de las tropas musulmanas en Covadonga, cuando comience  la reconquista del territorio a partir del Reino de Asturias. 

El territorio del Bierzo no jugará un papel muy importante durante los reinados de Alfonso II (791-842) y de Ramiro I (842-850) a pesar de que durante el reinado de este último, se reconquista el territorio berciano que quedará en estos momentos, integrado en el Reino de Asturias.


A partir del reinado de Alfonso III (866-910) se permite la configuración de poblaciones en la zona del Bierzo comenzando así a florecer gran cantidad de monasterios como era habitual en los terrenos reconquistados debido al gran afán de cristianización en los mismos.

En este contexto,van a surgir monumentos en los que convergen diferentes corrientes artísticas desde la visigoda hasta la mozárabe.
El monasterio de San Pedro de Montes fue sin duda, el más importante de la época. Sin embargo, la actividad en esta zona no se  limito solo a Montes y al eremitorio de la santa Cruz. Muy cerca de estas construcciones encontramos Santiago de Peñalba, otra fundación de San Genadio, cenobita berciano formado en el Monasterio de Ageo que en el año 892 decide restaurar el Monasterio de Montes donde entra en contacto con  San Fructuoso y San Valerio.   

Jacques Fontaine en su libro dedicado al arte mozárabe, recoge  una cita del mismo Genadio: “fundé algo más apartado y en recuerdo de Santiago, un tercer monasterio llamado Pennalba”

Por esta cita podemos suponer que fue la cercanía al Camino de Santiago, apenas quince kilómetros, lo que dio nombre a esta iglesia. También se observa la intención de San Genadio de buscar un lugar más apartado, tranquilo. Aun así, durante su estancia en el monasterio, frecuentemente se retiraba a una cueva tranquila rodeado de magníficos paisajes, acompañado unicamente por el sonido del rio libre y sus oraciones. Hoy aun se puede acceder a la cueva siendo una experiencia muy agradable a tan solo un par de  kilómetros del pueblo.

La iglesia de Peñalba de Santiago es el único vestigio que queda del antiguo monasterio fundado por San Genadio entre las años  909-916, al que se retiró cuando renunció al obispado de Astorga. La iglesia fue construida por su sucesor, el Abad Salomón en el año 937, para albergar los restos de San Genadio.

Restaurada inicialmente por L. Menéndez Pidal en 1942 y 1949, actuación en la que se sustituyó el tejado y se exploraron las pinturas. Se realizó una nueva campaña en 1968 cuando se eliminan añadidos posteriores. Más tarde se efectuó la primera fase de restauración de sus pinturas murales entre septiembre de 2002 y abril de 2004.

La iglesia tiene una curiosa planta basilical, que deriva de la tradición basilical antigua  que se mantuvo en el África paleocristiana. Es de nave única, con ábside  rectangular al exterior y forma de arco de herradura  al interior, lleva adosadas dos sacristías que generan un falso transepto, una de las partes más destacadas del edificio es el contraábside  de forma rectangular al exterior cuya funcion es  funeraria. Aquí se depositaron los restos de San Genadio  junto con los de Urbano su inmediato sucesor.Sin embargo,los restos de San Genadio fueron trasladados en el siglo XV por orden de la Duquesa de Alba a Villafranca del Bierzo. Actualmente se encuentran en Valladolid.

El juego de alturas en cada una de las partes también es un aspecto muy interesante de esta obra. Así, el ábside, contraábside y las sacristías a modo de pseudo-transepto son de la misma altura. La nave central  aparece dividida en dos tramos de alturas diferentes,  la zona que se encuentra entre las sacristías, es más alta que la del segundo tramo de la nave central que a su vez es más alto que ábside, contraábside y sacristías.

Ya en el interior, la nave central está divida en dos por un gran arco de herradura sustentado por columnas con capiteles de orden corintio, el acceso a las sacristías se realiza a través de dos pequeños arcos de herradura simples. Un gran  arco triunfal da acceso al ábside del altar mayor enmarcado con moldura y alfiz mientras que el del lado de los pies u occidental carece de estos.

En total aparecen ocho arcos de herradura muy sobrepasados que responden a las normas de proporción que se utilizan en la Córdoba califal del siglo X. Aparecen también nueve columnas de estilo mozárabe-leones con basas áticas, fuste de mármol y capiteles corintios con ábaco escalonado. El suelo de la iglesia es de grandes losas de pizarra.


En cuanto a las cubiertas, las capillas del ábside y contraábside están cubiertas por bóvedas gallonadas de siete cascos de gran calidad, en las sacristías y la zona más baja de la nave central, aparecen bóvedas de medio cañón longitudinales mientras que en la zona más alta de la nave central observamos una bóveda gallonada de ocho cascos que se apoya sin el uso de trompas o pechinas en cuatro arcos formeros. Estos arcos rematan en sus cuatro esquinas sobre ménsulas escalonadas en forma de pirámide invertida, obteniendo así una bóveda muy solida.



Al exterior nos encontramos una obra ciertamente austera, con techumbre de pizarra y  modillones con molduras que sustentan un alero muy pronunciado. Destacan los potentes contrafuertes en la nave y  sacristías que soportan el peso del edificio redireccionándolo al suelo.

En el costado sur del edificio encontramos el acceso principal al templo. Se trata de una de las puertas más interesantes de todo el arte mozárabe, J.Fontaine se refiere a ella como “la más perfecta en su género, de todo el arte mozárabe (…) tiene carácter propio”.

Se trata de una bellísima puerta de doble arco de herradura cuyas dovelas muestran una exquisita y perfecta talla, sustentados por columnas realizadas con material marmóreo autóctono , basas áticas , capiteles de tipo corintio y ábacos escalonados. Todo ello se encuentra enmarcado por un alfiz de triple moldura que también aparece en el  extradós de los arcos.

Es necesario destacar que esta puerta no tiene función sustentante, sobre ella aparece otro arco de herradura de gran desarrollo más tosco y menos cuidado que los anteriores pero que es el que soporta realmente el empuje del muro. Así el pórtico se convierte en un elemento con funciones de acceso y decorativas.

Existe otro acceso por el lado norte donde también aparece un arco de herradura simple sobre jambas. Es necesario mencionar que en una de esas jambas aparen una serie de escrituras realizadas a base de incisiones que relatan un  antiguo poema dedicado a San Genadio.

También conserva restos de policromía de la época que  originalmente cubriría todo el templo bajo una capa de cal. Es excepcionalmente rara en esta zona de la Península,  la temática encontrada en la bóveda de la nave central que finge ladrillos y dóblelas. También aparecen motivos vegetales y geométricos.

Me parece necesario mencionar, ya que es motivo de nuevas investigaciones por parte de La Fundación del Patrimonio Histórico, una serie de incisiones o grafitos que se descubrieron hace escasos años en los muros internos de Peñalba. Cuando fueron descubiertas, el párroco que era quien enseñaba y explicaba la iglesia en aquel momento,  se aventuraba a decir que así era como los monjes llevaban la cuenta de los días que iban pasando. Recientemente, nuevas investigaciones han demostrado que algunas de ellas son de carácter monumental, hechas para dar a conocer un acto o una ceremonia conmemorativa. Aparecen también calaveras, animales… que plantean una serie de dudas respecto a su significado que esperemos sean esclarecidas cuando se publiquen los resultados finales de las investigaciones que continúan aun en la actualidad.

La iglesia es de dimensiones reducidas teniendo aproximadamente dieciocho metros de largo por cinco metros de ancho, pero es muy equilibrada y elegante, ha recibido a lo largo de la historia elogios como el que recoge Jacques Fontaine del anticuario Sandoval, monje benedictino del siglo XVII que dice, “entre sus antigüedades es la cosa más curiosa y digna de ser vista en España”

La iglesia fue declarada Monumento Nacional en junio de 1931 y en 1976 todo el conjunto de Peñalba de Santiago fue declarado Bien de Interés Cultural con categoría de Conjunto Etnológico.

Disculpad por la extensión de esta entrada, en el futuro serán más reducidas para hacerlas menos pesadas.

Si queréis más información o tenéis alguna duda avisadme.

¡Gracias por la visita!






1 comentario:

  1. Jo! yo quiero volver a Peñalba contigo, me da la sensación de que jamás he visto...que he estado ciega....que no he estado en el mismo sitio...bueno que quiero ver todo eso que cuentas.
    ¿cuando quedamos?
    me encanta este blog

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